lunes, 20 de julio de 2009

UN HOMBRE SIN NADA.

Sólo en el camino,

sin llegar a ningún lugar,

sin futuro, sin destino

marchando sin parar.

Escribiendo las palabras

desde lo oscuro de mi corazón,

son letras amargas

de una vida sin razón.

Sin amor,

sin cariño,

con este dolor

yo me tiño.

Vivo por fuera,

muerto por dentro,

mas si la muerte me espera

yo la espero más atento.

A nadie importo,

nadie me aguarda,

sólo soy un aborto

una sombra marcada.

Mi tumba se ha vuelto

mi mayor deseo,

pues una vez muerto

alcanzare lo que quiero.

Dejar de sufrir,

el llanto acabado,

poco a poco morir

es lo más pesado.

Tal vez una soga,

tal vez una bala,

puede ser una daga

o una estaca que empala.

Siempre tristeza,

felicidad inexistente,

por lo menos el que reza

tiene un dios en su mente.

Un cuerpo tirado,

una tortura acabada,

en la calle encontrado,

un hombre sin nada.

Sin gente que llore,

sin gente que ría,

sin gente que ore,

pues mi vida sólo fue fantasía.

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