jueves, 30 de julio de 2009

NUNCA MÍA.

Nunca fue mía,
nunca lo será,
otra noche fría
en la que ella no estará.

Por qué no puedo olvidarla,
sacarla de mi mente,
borrarla de mi vida,
no sentir lo que se siente.

Sigo escuchando su voz
en la voz de otras,
viendo su rostro
en lágrimas rotas.

Abrazo fuerte mi almohada
creyendo que es ella
y despierto soñándola
a esa mujer bella.

Desesperado me encuentro
buscándola por todos lados,
mas tengo que conformarme
con mis recuerdos helados.

Sufro al verla,
a veces no me atrevo a hablarle,
sólo soy un amigo para ella,
mi amor inalcanzable.

Deseo abrazarla
y nunca soltarle
pero es tan difícil
sólo mirarle.

La quiero tanto cuando no está
pero me alejo si es que a mí viene,
porque sólo con recordarla me hago tantas ilusiones
que a veces me las creo, pero mi mente me previene.

Mis pies de nuevo en la tierra,
mi cabeza en su lugar,
recuerdo que sólo es mi amiga
y de mí nunca se podrá enamorar.

lunes, 20 de julio de 2009

UN HOMBRE SIN NADA.

Sólo en el camino,

sin llegar a ningún lugar,

sin futuro, sin destino

marchando sin parar.

Escribiendo las palabras

desde lo oscuro de mi corazón,

son letras amargas

de una vida sin razón.

Sin amor,

sin cariño,

con este dolor

yo me tiño.

Vivo por fuera,

muerto por dentro,

mas si la muerte me espera

yo la espero más atento.

A nadie importo,

nadie me aguarda,

sólo soy un aborto

una sombra marcada.

Mi tumba se ha vuelto

mi mayor deseo,

pues una vez muerto

alcanzare lo que quiero.

Dejar de sufrir,

el llanto acabado,

poco a poco morir

es lo más pesado.

Tal vez una soga,

tal vez una bala,

puede ser una daga

o una estaca que empala.

Siempre tristeza,

felicidad inexistente,

por lo menos el que reza

tiene un dios en su mente.

Un cuerpo tirado,

una tortura acabada,

en la calle encontrado,

un hombre sin nada.

Sin gente que llore,

sin gente que ría,

sin gente que ore,

pues mi vida sólo fue fantasía.

miércoles, 8 de julio de 2009

OTROS VERSOS.

Cerré los ojos y vi tu rostro,
tapé mis oídos y escuché tu voz,
abrí mi boca y sentí tu aliento,
levanté mi mano y sentí tu adiós.

Todas las noches llorando despierto,
todos los días pensando en ti estoy,
camino solitario como un muerto
y tú sin saber quién soy.

Soy aquel hombre sin buenos sentimientos
porque nunca nadie me los dio,
conozco el odio y la tristeza,
amor mi corazón no sintió.

Pero un día llegaste tú
y sentí cosas que no te he dicho,
fue algo nuevo para mí,
no sólo un capricho.

soy aquél que sin ti se muere,
aquel iluso que espera correspondas mi sentimiento
y que así como las hojas
mi soledad se la llevaría el viento.

Una nueva hoja,
una nueva flor,
una nueva vida,
así se da el amor.

Otras mujeres no existen,
sólo te quiero a ti,
pobre iluso me pregunto
cómo podrías fijarte en mí.

Tú tan hermosa, tan perfecta,
yo tan tonto te espero,
pero sí puedo brindarte algo,
un cariño sincero.

Quiero decírtelo y no puedo,
gritar al mundo que te adoro,
que de todas las joyas del mundo
tú eres el mayor tesoro.

Me gusta sentir tu sombra,
me gusta seguir tus pasos
y cada vez que me ignoras
mi corazón se hace pedazos.

Si pudieras ver dentro de mí
observarías algo insólito,
todo lo que siento por ti,
todo mi amor platónico.

Se acaba la página
mas no mi querer,
espero en otros versos
poder volverte a ver.

jueves, 2 de julio de 2009

MI ÚLTIMO ALIENTO.

Han callado los ecos de tu risa,

ya no existe la esencia de tu aliento,

en la recamara oscura sin tus ojos

sólo hay una helada brisa.

Sin ti estoy tan desnudo,

sin ropa, sin carne, sin huesos,

sin presente y sin futuro,

solamente me queda tu recuerdo.

Rincones de abismo

me jalan cada vez más adentro,

me consumen como ratas

las esquinas del cuarto.

Lo que ahora es la pesadilla

antes fue el más hermoso sueño

que trato de olvidar

con jeringas, humo y pastillas.

Como yo, tan vacía una cama,

tan muda la almohada,

este espacio tan inmenso

lleno de cosas que no me hablan.

Cuento los días de esta muerte

en las marcas de mis muñecas,

veo en el piso restos de corazón

y en las paredes cachos de mi mente.

Es tan escalofriante el silencio,

como un ruido constante,

aquí no hay escape,

no hay fin ni comienzo.

El amor, ya no lo siento

y aunque quisiera mirarte

sólo hay incoherencias

y dolor en mi último aliento.