miércoles, 19 de octubre de 2011

MADRE MÍA

Mujer antes que nada y antes que todo,
En mi vida la mujer primera
Y ya no habrá quien quiera
A este hombre de ese modo.

Admirada por quien la conocía,
Por su inteligencia respetada.
Ahora sólo me queda
Una casa muy fría.

Desvelos fueron tus noches,
Trabajo fueron tus días,
Aun así corrías
A apretarme entre tus brazos.

Recuerdo como llorabas
Mientras estabas regañándome
Por no bien portarme
Me dabas de nalgadas.

Entonces éramos felices
Yo como tu hijo, tú como mi madre,
También fuiste el mejor padre
Que ya no me vio crecer.

Maldita hora en que empezó nuestro mal
Y caíste en cama
Y te llevaron enferma
Hasta un hospital.

Imborrable fue la llamada
Que por teléfono recibí
Y al colgar entendí
Que mi madre yacía muerta.

Ahora escribiendo sentado aquí
Con mi corazón en pedazos
Te dedico estos versos
¡Madre mía!

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