martes, 9 de junio de 2009

MI DIOSA.

Tus ojos son oro que cegaron a mis ojos,
palpita de nuevo mi corazón con tu sonrisa,
es tu voz la única musa
que despertó mis tímpanos.

Me hundí en el barco de tus cejas,
me hipnotizó la luna en tu pupila,
me bautizo llenando la pila,
ahogándome en las olas de tus pestañas.

Tú serás mi diosa,
mi única iglesia,
tus palabras la misa
que dicten mi poesía.

Será mi oxigeno tu aliento,
tus manos mi cuna,
tus labios mi alimento,
tu amor mi fortuna.

No me des la existencia
para matarme de por vida,
mas prefiero mil muertes contigo
que una vida con tu ausencia.

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